Esta entrega no pretende ser un disparador de malos augurios y/o una clase de economía.
Solo aspira a ser un comentario para la reflexión de aquéllos empresarios pyme, siempre atareados por la actividad diaria, sobre los riesgos en ciernes.
Y brindar algunas sugerencias (que se caen de maduro pero no está de más recordarlas), para evitar que el problema nos impacte de pleno (si nos va a pegar, porque nos va a pegar, que sea lo menos posible).
Introducción.
Las señales de la evolución de la economía argentina no son buenas (¡vaya novedad!).
Muchos de Uds ya lo sienten claramente en las ventas.
La pérdida de los superávits fiscal y comercial, el financiamiento con alta emisión monetaria, la caída de reservas del Banco Central, una inflación real desmedida, y la pérdida de competitividad con las restantes economías de la región, han puesto sobre la mesa un problema que ya no puede ocultarse: el tipo de cambio.
Hace un tiempo atrás veíamos el tema instalado en la sección de finanzas y economía de cualquier diario. Hoy está en la tapa de todos.
La aparición de un cambio paralelo con una brecha insostenible con el oficial es un reflejo clave: La discusión ya no es si habrá o no devaluación, sino cuándo.
La pregunta es qué acciones tenemos a nuestro alcance para proteger nuestra empresa, y que no se licúe el capital.
Antecedentes.
Lamentablemente, quienes peinamos canas o ya no peinamos nada, hemos vivido situaciones que tienen una similitud asombrosa con la realidad: los ajustes económicos de la historia reciente Celestino Rodrigo (1975), Sigaut (1981), Sourrouille (1985), Erman González (1989), y Cavallo (2001), dejaron en muy mal estado o directamente hicieron desaparecer muchas empresas desprevenidas, fundamentalmente pymes y empresas familiares, cuyo margen de protección es mucho más limitado que la de una multinacional.
De golpe encontraron que sus costos operativos se habían multiplicado, y su cartera de créditos y cobranzas no valía nada. El descalce fue brutal.
Entonces ¿qué hacer?
No vamos a re-descubrir la pólvora.
Simplemente vamos a recordar algunas acciones y decisiones elementales, que surgen de mirar cualquier cuadro de estado de resultados.
Estas son:
Simplemente vamos a recordar algunas acciones y decisiones elementales, que surgen de mirar cualquier cuadro de estado de resultados.
Estas son:
- Calcular indicadores.
Si no puede solo pida asistencia. Pero el primer paso es saber cuál es su realidad y hasta que grado está expuesto.
- Active sus cobranzas.
- Fije precio futuro para sus materias primas.
- Si no puede, aumente el stock a de las mismas.
- Aproveche oportunidades.
Puede ser un buen momento para equiparse o llevar adelante algún proyecto postergado por falta de financiamiento. Pagar el crédito al principio puede ser un esfuerzo, pero en no más de 2 años va a estar pagando migajas.
Bueno, espero que el artículo les haya resultado útil.
Hasta la próxima entrega.
Federico Mondelo.