La pasiòn como motor empresarial.
Pasiòn por emprender.
Pasiòn por innovar.
Pasiòn por el cliente.
Pasiòn por crecer.
Pasiòn por agregar valor.
Pasiòn por aprender.
Pasiòn por la calidad.
Gerenciar una empresa requiere de una altìsima dosis de pasiòn por lo que uno hace.
Y la empresa Pyme es el ejemplo por excelencia de una escuela de pasiones.
Al punto que las "grandes empresas", las corporaciones màs importantes, "descubrieron" que gestionar la empresa por unidades de negocio significaba "Poner el alma de la pequeña empresa dentro de la gran empresa." (definiciòn de Peter Drucker).
Y brindando autonomìa de gestiòn y poder de decisiòn a los gerentes y directores de unidades de negocios, mejoraban los resultados.
Es màs, alentaron a sus gerentes para que "dejaran de ser empleados para convertirse en empresarios", aùn formando parte de la gran empresa.
El objetivo era claro: poner en el alma de sus empleados ese espìritu emprendedor, innovador, y esa agilidad de tomar y sopesar decisiones que està presente en las pymes.
Recuerdo aùn cuando el CEO de una de las mayores empresas de Argentina reuniò al equipo gerencial y les preguntò cuàl era la razòn por la que les pagaban el sueldo.
Despuès de muchas respuestas ensayadas sin èxito, su mensaje fue contundente: estamos acà para tomar decisiones. Nos pagan por y para eso.
La pasiòn impulsa el desarrollo de la empresa. El talento le da la direcciòn correcta.
Pero,
¿Què pasa cuando los problemas nos abaten, el dìa a dìa solo devuelve conflictos, y perdemos la pasiòn por el negocio?
¿Què sucede en la soledad de las decisiones de un empresario pyme cuando no hay un directorio con el que discutir alternativas y enriquecer la decisiòn?
¿Còmo reconstruir una pasiòn?
Volver a creer.
"Saber que se puede, querer que se pueda", dice una canciòn de Diego Torres.
Y nunca una expresiòn tan acertada:
1.- Saber que se puede implica estar convencido, con informaciòn sòlida y claros fundamentals, que el negocio es viable.
2.- Querer que se pueda es revitalizar las ganas, el ànimo de hacer, la pasiòn.
Y para esto ùltimo, es necesario hacer una pausa, analizar y entender las causas que dieron origen
al desànimo, al impulso por dejarlo todo. Y poner en pràctica los cambios, ya sea propios o ajenos, para corregirlas.
Un empleo construye una carrera.
Si le sumamos pasiòn y conocimiento, construimos la excelencia.
Y si le aportamos dedicaciòn, alcanzamos el èxito.
Una recomendaciòn para el empresarios pymes: busquen apoyo profesional (Consultorìa en Direcciòn), para enriquecer la toma de decisiones. La soledad del poder lleva a conflictos societarios y nunca es buena consejera.
La pasiòn sin talento, sin un plan, sin estrategia, es llevar la empresa para donde quiera el viento, confiando en la suerte.
Pero sin pasiòn, todo lo que viene despuès carece de sentido. La pasiòn es el motor que mueve a la empresa. Pero no solo eso: tambièn mueve al mundo.
Hasta la pròxima entrega.
Cordialmente,
Federico Mondelo.
dirección & negocios
www.direccionynegocios.net
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